martes, 1 de marzo de 2022

Amor

 Cobarde y destruido por dentro. No hay nada que pueda escribir que lo alivie. O quizás si. Entre las miles de hojas apiladas y las lapiceras sin tinta, hay algunas ideas brillantes, escondidas como cucarachas o duendes. El deseo de una mujer acostada en su cama mientras escribe lo mantiene vivo, con algún tipo de poder extra. No encuentra palabras para describir el estado actual. Parece ser real ante todo, y eso es bueno. Cree en que la ambición lo amagó demasiado. Detrás de cada conversación con cada persona en estos últimos meses, hubo detrás de sus cabezas una luz enceguecedora, en forma de éxito. En forma de éxito que no existe realmente. Le hace acordar a esos sueños de los que hablan. Un pasillo que se hace cada vez más largo y cada vez más largo. Las cosas que le obsesionan también le aprietan la garganta. Piensa en la obra artística como un animal salvaje, como una forma impredecible y difícil de encontrar. Algunas frases hermosas aparecen luego de largas búsquedas y destrucción. Otras caen como desde el cielo en algún viaje en colectivo. No creo que pueda dejar de escribir. De vez en cuando lo intenta y se encuentra saboteandose algún feriado a la noche. Todo esto le haría gracia. 


Se dio cuenta que el amor es mas importante. Que en ese camino a la fama o al éxito se pierden miles de conversaciones con sonrisas auténticas, y momentos de risas con gente que no ambiciona. Que cuando se graban las canciones o los videos hay que quedarse callados, confiando que la idea brillante rellenará el silencio mejor que algún chiste repetido o una anécdota del viaje de egresados. Ahora quiere relajarse. Dejar de pensar en el arte y las palabras por un tiempo. Quedarse callado y no intentar sobresalir demasiado. Es una buena idea. 

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