Si

 Hubo un salto estos meses. Pasó algo impresionante y me sentí comodo bastante tiempo o al menos así lo recuerdo. Descubrí mi propio ser entre cigarrillos que no me fumé, risas verdaderas y re encuentros con amigos lejanos. Algo de lo que tengo que contar todo el tiempo se escondió en un cofre chiquitito en mi corazón. Quizás entendi que tengo bastante tiempo para errar, para caer y recomponerme hacia el camino correcto, de la manera que necesito y las veces que quiera. Eso de tirar cien veces esperando que en vez de una bala salga una estrella fugaz, que choque contra la pared y atraparla entre las cuerdas de mi guitarra. Asombroso, ver al tipo con sus ideas jugando en una noche oscura, iluminando la noche de la ciudad que solo descansa para volver a trabajar por la mañana. La idea de la vejez me asusta, no tanto por lo estético, sino más por el modo de vida. Sentados en algún café con los dedos temblequeando hablan pausados y dicen que interesante que interesante, ningún viejo parece estar dispuesto a cantar la verdad y decir como se sufre siendo así. como desearía correr en la calle y sacarle la lengua a las mujeres como cuando era un pibe. Quizás lo dicen a escondidas, cuando nosotros los nietos nos vamos a tener miedo a algún bar, olvidándonos que en cuarenta años esto no va a importar para nada y vamos a estar todos siendo viejos. No lo sé. Hay algo de la creación artística que todavía permanece escondido. Como un rincón inalcanzable para la ciencia, inclusive para aquellos estudios que pegan sopapas a la cabeza y algo revelador aparece de colores en las pantallas. No lo intenten cientificos. Ahí hay algo que se conjuga, da vueltas y respira antes de morir y transformarse en algo que no tiene nombre ni puede empezar a hacer explicable. Maleable como ningun material rebota en las paredes del creador, mientras este todavía no ha emitido criterio alguno sobre este elemento. Sobre algo se posa hasta que explota en mil pedazos porque otro elemento más pesado le cae encima. El artista ha utilizado su criterio y lo ha roto en mil pedazos. Estatuas de marmol. Miguel ángelo. El tipo decía que las esculturas ya estaban dentro de los marmoles gigantes esos y que el solo los descubría o los encontraba dentro de el. Ese tipo de arte no se cuanto le interesaría a la gente de hoy en día. Realmente es una incognita. Imaginemos un mundo en el que en vez de artistas músicales de canciones pegadizas y bailables, en la cuspide de la fama se pueden encontrar escultores. Quizás esta ocurriendo y soy un ignorante. Me gusta pensar un mundo en el que el arte es valorado un poco más. Quizás quiero un mundo en el que arte es valorado tanto como lo valoro yo. Donde se juzgan las ideas que hay de fondo y un vagabundo puede escupir la frase mas hermosa de la historia. 

Hay algo de la música que es un poco extraño. Creo que con la música pasa lo mismo que cuando uno se enamora de alguien que no conoce demasiado. Uno ve a esa chica caminando por la calle con su pelo negro y corto, sus zapatillas especiales y esos aros rarísimos, tiene puestos los auriculares y cabecea alguna canción. Esa es la información. Eso es lo real. Eso es lo que toca. Desde ese punto la imaginación se dispara y hace crecer esas pequeñas semillas. Ahora tiene una vida increiblemente divertida, llena de acción y gente que la hace reir en habitaciones semi oscuras. Esa canción que escuchaba es de una banda que amo y esas zapatillas jamás se las había visto a nadie. Es una mujer llena de incognitas y huecos de información, y nosotros lo llenamos con lo que nos gustaría que sea. O con algo nuestro y punto. Con la música entiendo pasa algo similar. Por que no la entiendo. No entiendo que está sonando ni que acorde ni que tono ni que es un tono. Pero hay algo real que sienten mis oídos y mi mente transforma en otra cosa. Con las palabras pasa algo diferente. Esto que estoy escribiendo es un gato arriba de una mesa y se acabó. Puedo escribir algo abstracto como las hojas del tiempo quebraron el cristal de tu mirada vacía pero llena de odio incesante, pero las palabras pueden releerse mil veces quietas y significantes, dispuestas a ser descifradas lentamente hasta matar la posible imaginación. La canción golpea con su música misteriosa y llena de huecos. Pienso ahora que un poco la canción o esto que estoy escribiendo es como una obligación a imaginar lo que yo estoy imaginando. Hago una historia de un tipo que no se quiso matar porque vio salir el sol una última vez y lo dejó ciego y te obligo a apreciarlo conmigo. Te obligo a imaginar al tipo y a toda su casi desgracia. ¿Por eso me gustará la música? Porque si no tiene letra te brinda mas libertad? no es un tipo obligandote a ver lo que a el le pareció bello, sino algo que está resonando y que le provoca a uno algo misterioso, algo que nadie puede controlar. No lo sé no lo sé. Hay algo del arte que no debe ser tocado ni interferido, como alguien dijo una vez hay que, no hay que hacer nada y punto.

No sé que opino sobre escribir, y pienso que esto es quizás una perdida de tiempo. Pasé tanto tiempo bardeando y pensando mal de la gente que escribe sobre escribir y me he transformado en una de ellas. Soy lo peor de lo peor. Hipocrita y mentiroso conmigo mismo. Para el futuro yo esto va en tono de chiste o algo así. No creo que sea un mentiroso y se que tengo un potencial todavía grande. Estoy durmiendo demasiado mal y me estoy levantando a las 6/7 de la tarde. Las cosas pasaron así porque así lo decidí y lo que alguna vez me mató en el pasado o me hizo ganar el trofeo, ahora me está matando o dándome otro trofeo. Consecuencias, karma, todo vuelve, no seas boludo. Nada más que las cosas creciendo y explotando para nacer una vez más. Hay que tener paciencia con las cosas que uno crea y adelantarse a la perdida de inspiración. Si se que mañana caeré dormido con cero ganas de que se me ocurra una idea brillante, hoy pienso un poquito más, apago toda la idiotez de perder el tiempo y me hago el que laburo. Que hermoso sería. Necesito un poco mas de eso. Punto final y hasta luehgo