sábado, 6 de junio de 2020

Información Maldita

La noche de ayer fue un tanto extraña.

Voy a soltarlo crudo. Sin tapujos ni palabras extravagantes para el lector.

Terminé de ver una película, "Pizza, birra y faso", la estética de esa Argentina de los 90 me vuelve loco, me trae a un estado de pura lealtad hacia mis pares, donde la tradición reina las calles, la corrupción, la coima, el dinero se fía o se presta sin importar. Las cosas son más simples y la gente se conoce en una vereda, en un locutorio, los teléfonos fijos y las cartas.

Imagino que en aquella época la información era poca, los diarios y las radios quedan chicos al lado de este maldito internet que todo lo tiene, curas y venenos.

Terminando de ver la película empiezo a investigar un tema que ya había escuchado sin darle mucha importancia: Pizzagate.

Para ser directo: Mucha gente poderosa y de gran reconocimiento en Estados Unidos (También en otras partes del mundo), practican la pederastia, la pedofilia, consumen niños y niñas como si fuera "pizza".

Los llaman "pizza". Lo escribo y mi cara es de pura repulsión. Pizza. Literalmente les consumen el cerebro, ¿Que es de la consciencia de ese niño luego de aquello? ¿Queda algo mas que dolor y confusión? ¿Sabrán que no es normal? ¿Entenderán realmente? 

"Money is the root of all evil"
"El dinero es la raiz de todo lo maligno"

Ayer mientras leía todo y me caía la ficha de millones de cosas, no pude evitar imaginármelos,todos desnudos en una ducha gigante, putrefactos y sucios humanos, creyéndose dioses, respaldados por sucios billetes en bancos manejados por sucios humanos.

Esos billetes les dieron derecho
Les dieron derecho a matar a quien los acuse
Les dieron derecho de dañar miles de almas tan puras
Les dieron derecho a ocultar la información
Les dieron derecho a continuar este juego por años

Finalmente, me sentí aliviado (solo un poco).
Pondría las manos en el fuego por nuestro presidente, Alberto Fernandez.
Fuera de toda discusión política, luce empático, limpio.
Apostaría que jamás se acercó a aquella putrefacción.

Siento orgullo por la corrupción, por los robos, por las faltas de respeto, por ir de frente y por saber que en America Latina todavía hay algo más.

Compasión.

Pienso que, al final, aquellos países tan desarrollados deberían envidiarnos a nosotros, y nosotros deberíamos envidiar al pasado.

Pienso en un futuro no tan futuro, donde todo es posible con dinero, y me es imposible no sentirme triste.

Mañana le pago no se haga problema.

Nota 2 días después---
Creo que el concepto de esta entrada era otro.
Se publica respetando el feeling del momento






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